El Programa ProHuerta (INTA-MDS de la Nación) anunció el calendario de capacitaciones virtuales para el mes de agosto del ciclo: “Mi Huerta en Casa”. Las propuestas para esta etapa son la poda de frutales menores y mayores, producción de hongos gírgolas, identificación de plagas y enemigos naturales en la huerta, y cultivo de frutilla.

Las temáticas son desarrolladas semanalmente por técnicos de distintos puntos de la provincia a través del canal de YouTube “INTA Santa Cruz”. Las actividades que durante todo el año se realizan en forma presencial ahora se desarrollan en el marco de la Pandemia de COVID 19, que propició el trabajo de los equipos técnicos de ProHuerta a través de las plataformas virtuales. Las capacitaciones de agosto, además, se desarrollan en el marco de los 30 años del Programa, que se creó el 3 de agosto de 1990.

Durante el mes de julio, tuvo lugar la primera experiencia en el marco de este ciclo semanal de charlas, en el que se registró un número aproximado de 572 inscriptos de todo el país. Inicialmente las presentaciones se realizaron a través de la Plataforma Zoom, y posteriormente se optó por transmitir por YouTube,

El ciclo “Mi Huerta en Casa”, es correlato de otra de las actividades educativas bajo la modalidad virtual, que tuvieron lugar entre los meses de mayo y junio: la capacitación para docentes: “La Huerta como herramienta pedagógica”. De esta instancia, también participaron los equipos de ProHuerta de las ocho Agencias de Extensión Rural que dependen de la Estación Experimental Agropecuaria Santa Cruz (ver noticia relacionada: https://bit.ly/3gxY5yU). Sobre esta, la responsable de la Agencia de Extensión Rural Puerto Deseado, Lic. en Trabajo Social Gina Lipka, comentó que el ciclo ha sido una propuesta potenciada por el contexto actual, de cuarentena y de distanciamiento social, que obliga a recurrir al uso de las tecnologías, como nuevas alternativas de comunicación y enseñanza”. “Una estrategia para fortalecer y continuar sosteniendo los vínculos con la población con la que cotidianamente trabajamos de manera presencial, fundamentalmente con el sector urbano y periurbano de productores y huerteros, que producen para autoconsumo o para generar excedentes”, agregó.

Para Lipka “en este contexto, el distanciamiento y el contacto a través de las redes sociales o Internet impulsó propuestas de índole provincial, y fortaleció la interacción, con otras localidades, otras provincias y hasta del exterior, sobre todo países limítrofes”. Con respecto al trabajo entre los grupos del INTA remarcó que “el trabajo bajo esta modalidad ha fortalecido los vínculos intrainstitucionales, generando una interacción diaria, diversificando y extendiendo los alcances de las propuestas técnicas a lo largo del territorio provincial, así como propiciando el diálogo y la circulación de información sobre las particularidades del territorio”.

Por su parte, la responsable del Grupo de Extensión Rural Caleta Olivia, Ing. Agr. Paula Luna, destacó que “el balance de los cursos a distancia es muy positivo”. “En cuanto a la llegada, a las respuestas y al alcance que tuvimos en todas las zonas, entre todos los técnicos que participamos en estos cursos, del INTA y de otras áreas, como por ejemplo las municipalidades o la Universidad”, subrayó.

Luna, que dictó tres capacitaciones, en conjunto con la UNPA UACO y la Municipalidad de Caleta Olivia, evaluó que “la convocatoria fue espectacular, con mucha participación de la gente en la previa y a posteriori, no solo gente de Caleta Olivia, sino también de las localidades que abarca nuestro Grupo de Extensión Rural: Cañadón Seco, Koluel Kaike, Pico Truncado y Las Heras, fueron alrededor del 30% de inscriptos con respecto a la totalidad de los cursos. Además hubo gran participación de localidades del interior de la provincia, del país y hasta algunos del exterior”.

Por su parte, la Licenciada en Biología Carla Larrosa de la Agencia de Extensión Rural Río Gallegos evaluó que “las capacitaciones virtuales y el asesoramiento que se está brindando a través de las redes sociales que están hoy en vigencia, como el Facebook, por ejemplo es un trabajo que es mucho más complejo”.

“Sin embargo, creo que de alguna manera gracias a estas herramientas podemos dar una respuesta a la gente, aunque nos da cierta nostalgia no poder estar haciendo las visitas y el acompañamiento o los eventos en el terreno, in situ en las chacras, las escuelas o en las casas de las familias”, desarrolló.

Con respecto a las capacitaciones virtuales, estimó que el hecho de compartir los videos y el material “genera espacios de consulta, y permite que las personas que tengan dudas sobre la temática puedan consultarlos o contar experiencias personales”.

Larrosa valoró que “hay todo un equipo de trabajo detrás de estas actividades: los técnicos de ProHuerta de las diferentes agencias que se sumaron a esta propuesta, el área de comunicaciones y el área de informática del INTA”.

Los treinta años de ProHuerta

Las actividades de agosto se enmarcan en los treinta años de ProHuerta, un programa que se desarrolla desde 1990, con un fuerte impacto en la sociedad. Es implementada por el INTA y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación a fin de mejorar la seguridad y la soberanía alimentaria en los sectores vulnerables de la población.

En este 2020 especial, el ProHuerta en Santa Cruz sigue brindando acompañamiento a las familias y productores. Los pilares del trabajo diario son la asistencia técnica y la capacitación, que en el marco del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, se reconvirtieron a través de distintas herramientas de comunicación: teléfono, Whatsapp, Facebook y la App Agencia Virtual. También, tomando los recaudos y siguiendo las recomendaciones de las autoridades 

sanitarias, se entregaron pollitos BB generados en el centro multiplicador de aves del INTA en Río Gallegos, una actividad esencial que no dejó de desarrollarse a pesar de la pandemia.

En forma simultánea se fortaleció la estrategia de comunicación, mediante la generación de material para redes sociales y para el sitio inta.gob.ar, y se reforzó la producción y circulación de materiales y contenidos demandados por los huerteros y productores.